22 Oct El SUC nos recuerda cómo podemos ayudar a salvar una vida en caso de atragantamiento
Fecha publicación: 22/10/2020 - 08:00:00
Fecha creacion: 22/10/2020 - 08:00:00
Hay que actuar con rapidez y determinación para expulsar el objeto que obstruye la vía aérea y evitar que la situación empeore
Los atragantamientos, tanto en adultos como en niños, son más frecuentes de lo que pensamos y pueden generar complicaciones graves si no se actúa con rapidez. Por ello, el Servicio de Urgencias Canario (SUC), dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, quiere recordarle a la población cómo debe actuar si tiene que hacer frente a una situación de este tipo para evitar que se convierta en una emergencia vital.
Cuando alguien se atraganta, normalmente presenta dificultad para respirar, no puede hablar y se comunica mediante gestos por lo que tenemos que actuar rápidamente. En ese momento, es importante mantener la calma y animar al afectado a que tosa con fuerza para lograr expulsar el trozo de alimento u objeto extraño con el que se ha atragantado y está obstruyendo la vía aérea. Asimismo, hay que evitar que la persona que sufre el atragantamiento beba o como algo, ya que ambas acciones pueden empeorar la situación en lugar de mejorarla.
Si a pesar de toser con fuerza repetidamente el afectado no logra recuperar el aliento, la persona que está al lado del atragantado debe llamar inmediatamente al 1-1-2 ya que un médico o enfermero coordinador del SUC le podrá indicar cómo actuar para que el afectado sea asistido correctamente mientras acude la ambulancia al lugar.
En caso de que el atragantamiento persista, el segundo paso consistirá en dar unas palmadas en la espalda. Debemos situarnos a un lado y ligeramente por detrás del afectado, sostener su tórax con una mano e inclinarlo hacia delante para, a continuación, darle cinco golpes en la espalda, entre los omoplatos y con el talón de la mano, comprobando después de cada golpe si el cuerpo extraño ha sido expulsado para no continuar realizando esta maniobra innecesariamente.
A continuación, si no se ha resuelto la situación y la persona no puede toser pondremos en práctica la maniobra de Heimlich. Para realizarla, la persona que presta ayuda debe situarse detrás del afectado y abrazarlo colocando el puño de una mano con el pulgar hacia fuera en el punto medio entre el ombligo y la boca del estómago, poniendo encima la otra mano. Deberá entonces inclinar al afectado hacia delante y realizar cinco compresiones hacia dentro y hacia arriba, con la fuerza suficiente para levantarlo del suelo -salvo que se trate de un niño, que no se deben levantar-, hasta conseguir la desobstrucción.
Esta maniobra permite levantar el diafragama y obliga al aire de los pulmones a salir creándose una tos artificial que desplazará el aire a través de la tráquea y empujará el objeto o alimento que haya producido la obstrucción.
Si tras practicar estas dos maniobras, golpes en la espalda y maniobra de Heimlich, no conseguimos que el afectado supere el atragantamiento, debemos continuar alternándolas -5 golpes en la espalda y 5 compresiones abdominales- hasta la desobstrucción.
Una reacción a tiempo por parte de los primeros intervinientes puede evitar que la situación empeore y el afectado sufra una parada cardiorrespiratoria mientras llega la ayuda especializada.